Por el miedo a equivocarnos

He reído no sólo para hacer creer a la gente que soy feliz, si no para aprender que incluso ante situaciones que duele puedo serlo. He llorado hasta que se me agotasen las lagrimas, he perdonado lo imperdonable, he tenido, tengo y tendré a las mejores personas cerca, pero incluso las mejores personas a veces fallan, y se equivocan, y hieren. He querido como nadie lo hará jamás. He conseguido fuerzas donde no las había, y nadie me ha ayudado a cogerlas. He hecho reír a la gente con mil tonterías para así sonreír unos instantes, he tenido el valor de construir un futuro que jamás se cumplirá, y me he comportado como una niña, no tengo motivos para excusarme sobre ello, simplemente la explicación de que a veces la situación te sobre pasa. También me he echo la sordo solo para no oír lo que no quería escuchar, y la ciego para no ver lo que dolía. He conocido al primer amor. He tenido enfrente al desamor. He tenido el coraje de decir lo que pienso. Me he tragado mi orgullo para no perder a personas importantes. Me he guardado cientos de lágrimas para hacer creer que soy fuerte, y las he mostrado para demostrar que lo soy más. Y hoy, he sido capaz de levantarme, mirar al frente y seguir.