jueves, 5 de enero de 2012

Las cosas nunca salen como uno espera que salgan, es más siempre salen completamente al contrario. Nos esperamos lo peor, y luego es lo mejor que nos podría haber pasado. Nos esperamos un gran día y luego...desearíamos no habernos levantado. Bien, ante esto hay dos opciones: lamentarte por no haber acertado y joderte ya que tenias ilusiones y esperanzas, o tomártelo con humor.
¡vivan los días en los que una gilipoyez te hace sonreír!

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